Tips para vencer la glosofobia

¿Qué es la glosofobia?

Algunos tipos de fobia son bien conocidos, como la claustrofobia, la aracnofobia o la aerofobia.

Pero existen otros tipos de fobia de los que no se habla tanto, como la glosofobia: el miedo a hablar en público, al que también se ha llama miedo escénico.

Esta fobia influye directamente en la personalidad de quien la padece, ya que no solo afecta a su vida laboral sino que trasciende a su vida personal.

Claro, no estamos hablando de los nervios propios que una persona suele sentir a la hora de hacer una exposición en público, de hecho sentir cierto nerviosismo puede ser positivo si este no nos controla.

La glosofobia va mucho más allá y la persona que lo sufre puede presentar varios tipos de síntomas físicos, conductuales o cognitivos.


«Esta fobia no solo afecta a la vida laboral sino
que trasciende
a la vida personal»


¿Cuales son sus síntomas?

Algunos síntomas físicos pueden ser:

Sudoración

Temblores

Mareos

Dificultad para respirar

Aumento del ritmo cardiaco

Hiperventilación

Dolor de estómago y diarreas

Nauseas

Aturdimiento

Desmayos

Algunos síntomas conductuales pueden ser:

Moverse con torpeza

Usar un volumen demasiado bajo o demasiado alto, o incluso alternar ambos

Tartamudear

Bloqueo, quedarse en blanco

No fijar la mirada en el público

Mirar al mismo punto de manera continua

Desear huir

Uso excesivo de muletillas, sean palabras o hasta gestos corporales o faciales

Algunos síntomas cognitivos pueden ser:

Miedo a no tener el control por algún imprevisto y no saber salir de esa situación. Se suelen presentar con ideas intrusivas que uno no controla.

Imágenes mentales con ideas catastróficas. 

Consejos para superar la glosofobia

El primer paso es admitir que uno puede tener este problema y querer darle solución.

Algo que siempre ayuda antes de comenzar a hablar en público es aplicar técnicas de relajación, respiraciones profundas, estirar los músculos del cuerpo y los músculos faciales. 


«Comienza a prepararte antes, prepara una buena introducción,
elabora un buen bosquejo y piensa bien tu conclusión.
¡Ah! Y ensaya, ensaya y vuelve a ensayar».


También es fundamental comenzar a prepararse antes, mucho antes de comenzar a hablar en público.

Es muy importante empaparte del tema que vayas a tratar. Adquirir todo el conocimiento que puedas te ayudará.
Así si en algún momento te pierdes o olvidas algún punto podrás salir con mucha más facilidad.
Es mejor tener datos y conocimiento de más, aunque no pienses utilizarlo en esa ocasión, que solo memorizar la información justa.

Ensaya en voz alta, vuelve a ensayar y cuando lo hayas hecho… ¡ensaya más y más!
También te ayudará grabarte o ensayar frente al espejo.

Prepara una buena introducción. Esto es clave. Si comienzas con una introducción con la que te sientas cómodo y hayas memorizado bien, esto te tranquilizará y te ayudará a relajarte para el resto de la exposición.

Si usas medios audiovisuales, como un Power Point o un video, asegúrate con tiempo de que todo funciona correctamente.

Elabora un buen bosquejo. Esto no quiere decir que escribas todo el discurso palabra por palabra, más bien que tengas muy claras las ideas principales, que las tengas bien asimiladas y en qué orden las quieres exponer.

Por último, piensa bien tu conclusión. Es el broche final, escoge bien las palabras, las pausas, el tono… y ensáyala una y otra vez para que suene natural y convincente.

Estos son sólo algunos consejos que han ayudado a muchísimas personas, pero si el problema persiste es recomendable buscar ayuda profesional. 

También puedes ver otros artículos relacionados como:

7 errores que cometes al hablar en público

¿Cómo modular la voz?

Glosofobia (Wikipedia)

Y recuerda que todo está en la mente, ¡esto se puede superar!

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